La palabra "Taygra" proviene del idioma guaraní de los nativos y significa "Semilla divina", "Polución del varón" o incluso "Dios Hijo". También es el nombre fonético en portugués del héroe de la serie animada "Thundercats", un personaje carismático, mitad tigre y mitad humano, que lucha contra el mal para salvar el planeta.
Taygra nació en 1989 en el estado de Minas Gerais, con el inicio de una pequeña producción artesanal en el fondo del patio, y experimentó sus primeros éxitos gracias a su zapatilla artesanal y original, ligera y suave. Primero en deportes (fútbol, artes marciales, danza...) y luego entre el público y los turistas en general, llevando los zapatos minimalistas como un recuerdo extremadamente ligero, el regalo ideal.
En 2006, Taygra adquirió una dimensión internacional después de asociarse con una empresa francesa y, ante su crecimiento, adoptó una política de desarrollo sostenible y respetuosa con el medio ambiente, manteniendo su producción artesanal y humana, y lanzando otros modelos para atender a todo tipo de público.
Hoy en día, la marca fabrica varios modelos de calzado y ha desarrollado una línea de equipaje y ropa, siempre respetando los valores de la marca: comodidad, originalidad, producción artesanal y vegana, 100% brasileña, ecológicamente correcta... Los productos se fabrican a partir de materiales de recuperación industrial o alternativos, como algodón orgánico, cuero vegetal amazónico, lonas de camión y cámaras de aire recicladas.
Para compensar su impacto industrial en el medio ambiente, Taygra implementó en 2009 un proyecto ecológico y social único: el CURUPIRA. Con el propósito de reforestar la selva amazónica en áreas degradadas de pastizales y matorrales, para convertirlas en áreas de cultivo de árboles nativos. Por cada producto vendido, existe una "eco-participación activa" simbólica para apoyar este programa, generando ingresos y conciencia para el pequeño productor rural hasta la fase final del proyecto.
A través de este reforestación solidaria en la Amazonía, demostramos que plantar árboles puede generar más beneficios que la deforestación seguida de la cría de ganado o el cultivo de soja.
